El molino pertenece a Manuel León González y Anastasia Carbajo del Hoyo, se encuentra en la calle principal de Cebrones del Río.
El molino fue construido en el año 1948 y presto servicios hasta principios de los años 60. Este molino es Eléctrico a diferencia de los molinos más cercanos de San Juan de Torres, San Martín de Torres y Valdefuentes del Páramo que son hidráulicos.
La estructura tradicional del molino se componía de una sala de molienda es donde el molinero controla el proceso de molturación. En ella están las piedras de moler y las máquinas para la limpieza del grano y cernido de la harina aun que no siempre. Suelen estar en la planta baja y junto a ella, hay un espacio donde se pesaba el grano y la harina que transportaban las bestias en sacos (grano) y costales (harina).
Posteriormente el grano pasaba a una tolva y mediante un elevador se subia a la maquina de limpia y a la lavadora.
El proceso de elaboración de la harina era laborioso:
Cuando el grano estaba limpio y lavado se dejaba en reposo en un atroje (troje) o en el propio tejado del molino para tenerlo listo para su molturación o molienda. De aquí pasaba a la tolva que suministraba el grano a la piedra móvil (volandera) que molía el grano al girar sobre la piedra fija (solera). La tolva es una caja tronco piramidal invertida de madera y está suspendida sobre la muela volandera mediante un soporte lateral o con unas angarillas para separarla cuando se levantan las muelas para picarlas o para otra operación
El trigo se echaba por la parte ancha o superior y salía por la parte estrecha o inferior, a través de un canal rectangular inclinado llamado canaleta o canaleja hasta el ojo de la volandera que va suspendido de una cuerda para regular su pendiente y dosificar la caída del grano y que caiga dentro del ojo de la volandera.
Para que no se atranque lleva colgado una pequeña vara de madera llamada tarabilla o caíllo que descansa en la volandera, que al girar la mueve y le transmite a la canaleta pequeñas sacudidas que facilitan la caída del grano.
Para evitar que la harina que sale entre las piedras se pierda, éstas se recubren con un guardapolvo, un cajón de madera circular o poligonal, sobre el que se coloca la tolva. En la parte superior lleva un agujero por donde cae el grano desde la tolva al ojo de la volandera a través de la canaleta y además tiene unos pequeños agujeros circulares llamados ventiladores para que se airee la harina.
El grano cuando cae entre las dos piedras, debido a la fuerza centrifuga y al picado de las piedras, empieza a quebrantarse o molerse cerca del ojo, continuando su recorrido por los rayones hasta el exterior de las piedras para salir convertido en harina, que cae por un canal, la piqueta o pitera, al harinal o harinero, una caja grande que está al pie de la armadura de las muelas.
Una vez molido se pasaba a la máquina de limpia situada en la planta alta, donde se cernía el grano que se subía a través de un elevador de correas y cangilones. Con la limpieza se retiraban impurezas, ramas ect..; También se contaba con un torno de cernido que separaba las diferentes calidades de harina mediante un tambor giratorio de tela de seda.
La harina cernida se almacenaba en una tolva para repartirla en costales a sus propietarios, quedándose el molinero con la maquila, que era la cantidad de harina que cobraba por su trabajo.